UNA CARTA PARA UNA AMIGA

Una carta para una amiga,

Ha sido esta mañana mientras me ponía el rimel en las pestañas y el colorete en las mejillas, cuando al pensar en tu cumpleaños he sido asaltada por una de mis mariposadas; esas mariposillas y corazonadas que suelen despertar risas y ciertas ironías entre los que me conocéis. Pero son precisamente esas mariposillas las que comienzan a revolotear en mi cabeza, y me dictan como ahora, aquello por lo cual se mueven mis sentimientos, emociones e ideas. ¿Sabes? creo que los recuerdos son como olas que regresan a la playa de la memoria una y otra vez, y en este instante llegan a mi orilla algunos de nuestros recuerdos compartidos.

- ¿Sabes, amiga, que los alquimistas creían poder convertir el plomo en oro?, pues a mi me gustaría poder convertir este pequeño puñado de palabras, en un bonito regalo de cumpleaños para ti, envuelto con el lazo del cariño y de la amistad. No es un regalo material comprado en una tienda donde se vendan objetos, colonias, pañuelos, ropa etc., sino que es un regalo espiritual confeccionado entre las cavidades subterráneas de las venas y las arterias, allí donde viven las emociones.

Los recuerdos producen imágenes que nos acompañan en momentos de soledad, y ahora en estos momentos de silencio cuando el cielo todavía no clarea y el resto de la familia duerme, me dejo llevar por el ensimismamiento de mis pestañas reflejadas en el espejo, y vuelo un poco lejos, quizás a uno de los primeros encuentros en que sin saberlo ni ser conciente de ello, se iría fraguando nuestra amistad: - te acuerdas de aquella despedida de soltera en el puerto de Barcelona?, - te acuerdas que aquella noche vestías un vestido de seda negra muy ajustado y que la cremallera se te rompió en mitad de la cena?, - te acuerdas del camarero, con ojos de gato, que te pidió una cita?, amiga, te acuerdas de estos y otros momentos?...

Como los pensamientos son tan rápidos y fugaces, te diré que también han venido a mi mente, otros acontecimientos menos felices, compartidos desde el dolor, la desesperación y la enfermedad. Pero hoy es un día de fiesta y de celebración, así que dejaré que sean otras las imágenes que me hablen de ti y de nuestra amistad.

Prefiero que mis pensamientos traigan al recuerdo a la amiga que me mostró su corazón loco, su árbol mágico lleno de historias encantadas y sus poemas repletos de amor y de sentimientos. Aquellos proyectos construidos desde el deseo y desde la pasión. Algunos años más tarde la nostalgia se apoderó de tu corazón, y durante ese tiempo te has dejado llevar por un cierto vació emocional y literario. Pero yo sé que en tu interior vive toda esa riqueza de sentimientos, que pronto como si fuese un volcán entrará en erupción y volverá a lanzar toda la lava poética de la que se nutre tu personalidad; y las palabras y los sueños emanaran de ti, para que los plasmes en mil aventuras reales o inventadas, en poemas métricos o pasionales.

Mientras termino de alargarme las pestañas, darle un sorbo al café con leche templado, y asegurarme que el silencio familiar sigue siendo mi aliado matutino, se me viene a la mente la risa fresca del sábado pasado mientras intentaba delinearte en el parpado la raya negra con un eyerline, para ir a la presentación del CD de flamenco “el Barrio de los Planetas” de nuestro amigo Jose Maria; de fondo acompañando nuestras risas espontáneas, la música de tu cantante preferido, el mejicano Luis Miguel y sus boleros preferidos. Dicen que la risa convierte la piel en porcelana y el alma en carcajada; seguramente, no hay mejor maquillaje para la piel que una bonita sonrisa en los labios.

Tantos momentos podría recordar, que me extendería en demasía, así que dando alguna pincelada, me gustaría recordar nuestro primer viaje por el mediterráneo; luego vendrían otros como los viajes a Andorra, a Grecia, a Salamanca, a Brusela, a Brujas o a Lanzarote, y al hablar de viajes como no recordar la excursión al Monte LyKavittos!, o la visita al Partenón, o el paseo hasta la otra punta de Niza para comprar una acuarela marina, o los baños fríos o calientes del balneario de caldea, o las fotos en las arenas blancas de las playas en Lanzarote, o la calavera escondida de Salamanca, o las tiendas de regalos que visitamos en brujas coincidiendo en épocas navideñas y la visita al Parlamente Europeo, o los cafés, los pasteles y los bombones de Bruselas…

En unos lugares nos hizo frío en otros calor; unas veces viajamos en avión, otras en barco, otras en coche; alguna vez estuvimos a punto de perder el vuelo, otras llegamos con bastante antelación; llenamos el tiempo con revistas, libros o música pero sobre todo lo llenamos compartiéndolo desde la palabra, el dialogo, los secretos y las confidencias compartidas. Las palabras y los comportamientos honestos que día a día fueron hilvanando esta preciosa y estimada amistad.

Bien sabemos que las dos somos distintas, lo hablábamos el otro día, cuando decíamos que éramos como el día y la noche, como el blanco y el negro, como la luna y el sol; quizás sin saberlo en esas contrariedades, vivía en ambas un punto común, que fue el que se encargo de tejer nuestra amistad; un punto de unión que creció desde el diálogo, desde la generosidad, desde el humor, y también desde la superación de cada uno de los momentos compartidos. ¿Sabes? La amistad y el compañerismo son pilares básicos para el amor, independientemente, de la relación que una a las personas. Me refiero a ese amor que acrecienta nuestras cualidades y nos hace ser mejores, un poquito, cada día.

Al mirar hacía atrás observo que han sido muchos los años que hemos compartido hasta este instante. Hoy en el día de tu aniversario, Amiga, te deseo que pases un Feliz día de tu Cumpleaños, y que de hoy hasta el próximo cumpleaños, pases trescientos sesenta y cinco días llenos de felicidad, de paz y de armonía. Días que espero podamos seguir compartiendo desde el cariño de esta larga amistad.

Un fuerte abrazo,
MN