El bailes de los cincos sentidos,
Estábamos tan cerca del mar que podía sentir su sal en mis labios. El tren pasó y sus silbidos se esparcieron entre barcas y palmeras. Un año más mis ojos pudieron contemplar la belleza del cielo iluminado. Estrellas i fuegos artificiales acercando el corazón de todos los ciudadanos de mi ciudad: Badalona. La luna vestida de gala para la ocasión. La cremada. El demonio primaveral expectante ante su final. La cerilla sonriente. El olor de la pólvora deslizándose por mi nariz. Me enajenó. Y supe que ese olor siempre formaría parte de mi alma. Sentí el contacto de sus manos con las mías. Un terciopelo venido de lejos. Sonrisas con sabor a níspero y miradas rebosantes de melodía. La música, el mar, la sal, el fuego, las estrellas y una agradable sensación placentera se fueron colando por cada uno de mis sentidos sensoriales. Y descubrí, mirando hacia el cielo, el conjuro de la noche: el baile de los cinco sentidos.
Badalona, 14 de maig de 2012