La despedida,
Nos despedimos con el sabor del café en nuestra boca. Dijimos hasta pronto sin ser conscientes del valor de aquellas palabras. Un hasta pronto lleno de vacíos, de opiniones diversas, de posicionamientos contrariados, de distintas perspectivas. Y así aquella despedida se dilató en el tiempo, dejando pasar en tranquila lentitud días y meses; cubriendo con el velo de la indiferencia proyectos compartidos i sueños inventados. Y llegó un día en el que nos fuimos, y nos convertimos en amigos perdidos. Recuerdo todos los momentos vividos ¿dónde se fueron? Ahora que ha pasado más tiempo he comprendido que te fuiste, que me fui, y he ido aceptando cada día, con añoranza, nuestra elegante despedida.