— Hoy me ha pasado algo raro... y ha sido por tu culpa.
— ¿Por mi culpa? No te creo...
— Sí... a la hora de comer, un compañero de trabajo que es muy católico nos ha dicho que mañana se va a Sevilla para conocer la Semana Santa.
— ¿Y qué tiene que ver eso conmigo?
— Entonces una compañera ha dicho que iba a llover y yo les he dicho lo que tú me dijiste.
— ¿Y qué te dije yo?
— Que cuando llovía en Semana Santa “no sacaban los muñecos a pasear”.
Vaig començar a riure:
— ¿Has dicho eso? ¿De verdad?
— ¡Claro! ¡Porque me hiciste creer que en español estaba bien dicho!
Ha arribat el moment de parlar amb el fidanzato:no em pot prendre tan seriosament.